El humor de los colores
Los colores se pueden clasificar en cálidos o activos, fríos o pasivos y neutros o de transición.
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Colores activos o cálidos
Pertenecen a esta familia aquellos capaces de estimular, energizar y favorecer la actividad física y mental. Los colores activos son colores cálidos, lo cual incluye el amarillo, el naranja y el rojo. Estos colores inspiran sensaciones positivas y dan mayor confianza y extroversión. Pueden también inspirar actitudes de conversación y sociabilidad. El rojo, por ejemplo, «calienta» un cuarto como ninguna otra tonalidad. Los amarillos intensos y los colores dorados destilan creatividad y ganas de trabajar, por lo que son ideales para las salas de oficina, las cocinas y la áreas de estudio.
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Colores pasivos o fríos
Los colores fríos no significan ausencia de energía o sentimientos. En sus diferentes tonalidades los vemos expresados en la naturaleza, lo cual, siempre es vida. Son aquellos que son más relajantes, estimulan el sueño y están ligados a la tranquilidad y la calma. Los colores más fríos brindan sensación de paz y frescura. Los dormitorios, las áreas privadas y los cuartos de baño, son muy buenos lugares para decorar con azules, verdes y púrpuras.
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Colores neutros o de transición
Los colores neutros son los más empleados, ya que matizan y equilibran las sensaciones generadas por cualquier gama cromática. Los colores neutros son como «colores descoloridos». Los beiges, los grises y los blancos no activan ni enfrían nada pero trabajan en conjunto con los demás colores para unir cuartos y proporcionar la transición entre las diferentes tonalidades.
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“¡Cambia tu humor a través de los colores!”. – Margot Pardos
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