20
Sep

¡Motívate!

En nuestro espacio laboral o en nuestras viviendas, las paredes se convierten en “el envoltorio” de nuestra convivencia: los cuadros, los elementos decorativos o los colores que los componen pueden actuar sobre nosotros como un espacio publicitario. Tenemos que elegir qué mensajes queremos grabar en nuestra retina y por ende en nuestro cerebro.

De ese modo, si trabajo en un almacén debería tener a la vista un cuadro representando un espacio perfectamente ordenado, de forma que en la comparativa con mi espacio me motive a organizar mi entorno.

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[two_third_last]Realidad de mi entorno
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[two_third_last]«El orden externo tiene la cualidad de instalarse en el interior de quien lo contempla»
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Y si por ejemplo tenemos el gran sueño de viajar a Nueva York, potenciaremos nuestros esfuerzos y nuestra capacidad de ahorro colocando algún elemento decorativo que nos lo evoque: